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La verdad sobre las vacunas (parte II: gatos)

Una vacuna es una sustancia compuesta por una suspensión de microorganismos atenuados o muertos, que se introduce en el organismo para prevenir y tratar determinadas enfermedades infecciosas; estimula la formación de anticuerpos con lo que se consigue una inmunización contra estas enfermedades.

Las vacunas son, por lo tanto, necesarias, y mucho. Sin ellas hay muchísimas enfermedades, tanto en medicina humana como en veterinaria, que jamás habrían podido erradicarse o reducirse de forma significativa. No obstante, es muy importante darles un uso correcto, y utilizarlas de forma ética y responsable.

Hoy voy a explicarte la realidad sobre las vacunas; cuánto tiempo inmunizan y cada cuanto está recomendado ponerlas. Si vacunas a tu mascota cada año de todas las vacunas… ¡mejor no te muevas y sigue leyendo!

VACUNACIÓN EN GATOS

Las enfermedades contra las que vamos a inmunizar mediante la vacunación de nuestros felinos son las siguientes:

  1. Panleucopenia felina (parvovirus felino)
  2. Calicivirus felino
  3. Herpesvirus felino
  4. Leucemia felina

(En artículos futuros serán explicadas cada una de las patologías por separado, de momento trataremos el tema dela vacunación que es lo que nos interesa ahora. De todas formas, si a día de hoy alguien tiene interés en alguna de estas enfermedades, no dudéis en dejarme un comentario o en escribirme de forma privada).

Vacunación en gatitos

Habláblamos de la importancia de la vacunación en cachorros de perro, pues lo mismo sucede con los gatos; aquéllos que hayan sido amamantados tendrán protección gracias a los anticuerpos maternales durante cierto tiempo, pero como frecuentemente desconocemos la calidad de la lactancia recibida, establecemos un protocolo de vacunación que nos cubra todos los frentes.

Es necesario aquí abordar el tema de cómo se entregan los gatitos; normalmente las protectoras (aprovecho para felicitar a TODAS las protectoras por la tan importante labor que realizan todos los días) se entregan los gatitos con las vacunas necesarias hasta la fecha, con su sello y su número de lote y con la firma del veterinario ejecutor. No obstante, igual de habitual es en los gatos procedentes de criaderos encontrarse con una cartilla sospechosamente no firmada, aunque sí con la pegatina puesta de la vacuna. En esos casos contaremos que el animal no ha sido vacunado, puesto que no sabemos quién se hace responsable de haber puesto esa vacuna. Si compras un animal y te dan garantía de vacunación, debes exigir una cartilla correctamente rellenada (pegatina de vacuna con número de lote y fecha de caducidad, firma del veterinario con su número de colegiado, fecha de vacunación, y sello de la empresa).

Y ahora, al igual que hicimos con las vacunaciones caninas, nos basaremos en el protocolo establecido por The World Small Animal Veterinary Association (WSAVA). Éste recomienda que se inicie la serie inicial de vacunas a las 6-8 semanas de edad. Esto lo hacemos para poder abarcar tanto los gatos que han tomado calostro materno, como los que no. Vamos a aclararlo; los gatitos que hayan recibido dicho calostro no responderán a la vacunación hasta pasadas ciertas semanas (variable según el gatito) ya que los anticuerpos maternales “destruirán” la vacuna, disminuyendo su efecto considerablemente. No obstante, aquéllos gatitos que no hayan tomado calostro estarán expuestos a cualquier infección; es por ésto que se decide empezar a vacunar a una edad temprana. En esta primera serie estaremos inmunizando contra la panleucopenia felina, el calicivirus felino y el herpesvirus felino. Éstas son las vacunas consideradas como esenciales en España.

Tras esta primera dosis, se repetirá la misma vacuna a intervalos de 3 semanas, hasta haber recibido un total de 4 dosis, terminando entonces la vacunación aproximadamente a las 16 ó 17 semanas de vida. Es necesario marcar una diferencia con las vacunas contra el calicivirus felina y el herpesvirus felino; no protegen al 100% contra la enfermedad. Confieren mucha protección y pueden reducir los signos clínicos, pero aún así puede haber gatos con herpesvirus latente que en períodos de estrés se reactive y produzca sintomatología (muy similar al herpes en personas).

En cuánto a la vacuna contra la leucemia felina, no es considerada esencial por un motivo muy sencillo; no todos los gatos la necesitan, solamente la necesitarán aquéllos gatos que estén en riesgo de infección, y para diferenciarlos es necesario saber que la leucemia felina se transmite a través de la saliva y secreciones del animal. Por lo tanto, dos animales que se acicalen entre sí, o que compartan bebedero son propensos a contagio. Asimismo, los animales que sean clasificados como outdoor (aquéllos que salen de paseo fuera de casa) son pacientes de alto riesgo. No obstante, los gatos que viven estrictamente indoor (no salen nunca, pero nunca nunca, fuera de casa) no son considerados de riesgo; así que para ellos la vacuna de la leucemia no es esencial. Y, ¿por qué no es bueno abusar de esta vacuna si el gato no la necesita? pues porque en estos casos los riesgos superan los beneficios; se puede provocar el llamado Sarcoma del Sitio de Inyección Felina; esto viene a ser una tumoración maligna. No nos alarmemos… es muy necesario vacunar a los gatos en riesgo, puesto que la Leucemia felina es una enfermedad terrible y hay que prevenirla, pero no hay que arriesgarse a una posible tumoración poniendo una vacuna innecesaria. Tanto se ha visto éste tipo de sarcoma, que WSAVA recomienda poner la vacuna contra la leucemia felina por separado y lo más distante posible del tronco del animal, por convenio se decidió ponerla en la pata delantera izquierda, para saber si es esa vacuna la que provocó el sarcoma en caso de que saliera, y para poder amputar la extremidad en caso de tumoración. No obstante, es una práctica difícil de realizar en los pacientes felinos complicados; a veces es difícil vacunarlos incluso en el tronco, así que es decisión del veterinario junto con el propietario si es posible vacunar al animal en su patita.

Las vacunas (de cualquier tipo) son una clase de producto inyectable que se ha relacionado con la patogenia del sarcoma del sitio de inyección felina (FISS) y especial atención se ha centrado en la administración de las vacunas de FeLV y rabia con adyuvante (Kass et al., 1993).

JOURNAL OF SMALL ANIMAL PRACTICE · VOL 57 · ENERO 2016 · © 2016 WSAVA

Recapitulemos; leucemia felina, ¿cuándo empezar la vacunación? Primera dosis a las 8 semanas de vida, y repetir al cabo de 3 semanas, y listo. No obstante, recomiendo en éstas primeras vacunaciones, ponerla separada de la trivalente felina.

Para terminar la primovacunación en gatitos, se pondrá una última dosis de refuerzo de la vacuna trivalente a los 12 meses de edad del animal, para asegurar una correcta inmunización por si hubiera habido interferencia de anticuerpos maternales. Por otro lado, la leucemia será puesta como refuerzo 1 año después de la última dosis de la primera serie vacunal.

Vacunación en gatos adultos

Y aquí, al igual que en los perros encontramos el mayor problema. Nos encontramos que se vacuna anualmente de forma indiscriminada tanto de la vacuna trivalente felina, como de la leucemia felina, y además sin tener en cuenta si el paciente es indoor u outdoor (cosa que debería ser de las primeras cosas a dejar escritas en la ficha del animal). Así que una vez más, muy frecuentemente nos encontramos con una sobrevacunación de nuestros animales. Os explico como debería ser el protocolo en gatos adultos; desde la última dosis de refuerzo a los 12 meses de edad de la vacuna trivalente, se vacunará cada 3 años a los animales de bajo riesgo, y cada año a los animales outdoor o en alto riesgo de infección. Por otro lado, en cuanto a la leucemia, se vacunará cada 2 ó 3 años a aquellos gatos que estén en riesgo continnuado de infección (según el riesgo se decidirá si cada 2 ó 3 años).

Cabe destacar que es muy importante realizar un test de Leucemia felina antes de la vacunación, puesto que si el animal sale positivo no tiene sentido inyectarle el virus vacunal. Éste test puede realizarse a cualquier edad puesto que no hay interferencia de los anticuerpos maternales; ésto quiere decir que si nos da positivo, seguro que es debido a una infección, y no por haber adquirido anticuerpos de la madre.

En el caso de que adoptemos un gatito con más de 16 semanas con historia de vacunas desconocida, necesitará de dos dosis de vacuna, separadas 3 semanas, para adquirir una inmunidad completa (tanto de vacuna trivalente, como de leucemia en caso de que fuese necesaria).

CONCLUSIONES

Una vez más, al igual que en los perros, muchos os habréis dado cuenta que fácilmente no se está siguiendo un protocolo vacunal adaptado a vuestro animal. Muchas veces es por desconocimiento; simplemente los veterinarios hacen lo que los comerciales farmacéuticos recomiendan, y por cuestión de confianza hacia el profesional que elaboró la vacuna, se decide no investigar más.

Para los escépticos, os animo a visitar https://www.wsava.org/Global-Guidelines/Vaccination-Guidelines donde encontraréis confirmada toda la información que os he facilitado (aunque en un contexto más científico y quizá más difícil de entender).

Cabe destacar que en el caso de refugios, guarderías, protectoras o cualquier lugar donde haya hacinamiento de animales los protocolos son diferentes, estaremos encantados de responder cualquier duda, pregunta o aclaración sobre el tema.

Saludos ¡y nos vemos pronto!

2 comentarios en “La verdad sobre las vacunas (parte II: gatos)

  1. Una información totalmente útil y muy necesaria para nosotros los dueños y para nuestros pequeños felinos!

    Gracias no solo por ser la gran profesional que eres, sino por tu parte humana! Eso es lo que te hace diferente al resto!

    #Bruno&Laura

    1. Gracias Laura! Y gracias por confiar en mí para cuidar de Bruno. Espero poder seguir fardando de tener a un paciente tan especial y a una clienta tan cercana!

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